GENERACIONES UNIDAS. Capítulo 1

Año 2020:

  Estaban todos en la Madriguera celebrando el cumpleaños de la abuela Molly pero ella estaba un poco triste y decaída, igual que todos los adultos. Según lo que los chicos sabían esto había sido así desde la guerra que se llevó al tío Fred y a tantas otras personas importantes para sus padres. Por eso querían que ese cumpleaños fuese diferente, por eso habían estado investigando tanto, y al fin encontraron lo que buscaban. Con la ayuda de la directora McGonnagal modificaron el giratiempos y los 18 se colocaron a su alrededor. 

- Rosie – dijo un peliazul – ¿llevas el paquete?

- Sí, no te preocupes lo tengo aquí dentro – dijo una pelirroja señalando su mochila.

- De acuerdo – miró a los demás chicos - ¿estáis preparados?

Todos afirmaron por lo que el peliazul sacó su varita y, agarrando el giratiempos, hizo un conjuro. De pronto apareció una luz muy brillante que los envolvió a todos y desaparecieron de la Madriguera.

 

Año 1978:

Estaban todos desayunando tranquilamente en el Gran Comedor cuando de pronto el director se puso de pie con una especie de carta en la mano.

- Silencio alumnos – dijo (casi gritó) el hombre de barbas – esta mañana antes de venir aquí me ha llegado esta carta y, tras comprobar que no estaba embrujada, la he abierto y debo anunciaros algo importante. Esta carta es del futuro y dice que algunos de vosotros debeis viajar al año 1996 para leer unos libros que cambiarán el futuro, ya que muchas personas morirán si no evitamos una serie de acontecimientos.

-Pero profesor Dumbledore – dijo una pelirroja alzando la mano - ¿no sería peligroso conocer el futuro? Quiero decir, ¿no cambiaría nada de la vida de las personas de esa época?

- Las personas que viven en esa no dejarán de nacer si eso es a lo que se refiere – contestó el director – lo único que se conseguirá será salvar más vidas, señorita Evans. Bueno anunciaré a las personas que viajarán al futuro, las cuales partirán inmediatamente:
James Potter, Lily Evans, Sirius Black, Remus Lupin, Peter Petigrew, Marlene McKinnon, Dorcas Meadowes, Severus Snape, Alice Smith y Pandora Wool. Eso es todo. Ahora por favor acompañenme.

Dicho esto todos los nombrados se pusieron de pie y siguieron al director hasta el pasillo del séptimo piso, dónde los estaban esperando un grupo de personas:

Lucius y Narcisa Malfoy, Bellatrix Lestrange, Ted y Andrómeda Tonks, Arthur y Molly Weasley, Frank Longbottom y Xeno Lovegood.

- Hola a todos y gracias por venir – les dijo el director a los recién llegados – ahora entrad todos a la Sala de los Menesteres y llegaréis al año 1996, allí os lo explicarán todo.

En ese momento se abrieron las puertas de la sala y una luz los envolvió a todos.

 

Año 1996:

- Chicos daos prisa que vamos a llegar tarde – dijo una morena mirando enfadada a sus mejores amigos mientras los tres corrían hacia el Gran Comedor.

- ¿Pero para qué querrá Dumbledore que vayamos ahora? - preguntó un pelirrojo que ya no podía correr más.

- Lo averiguaremos cuando lleguemos – le contestó la morena – ahora daos prisa.

Los tres llegaron al gran comedor y cuando abrieron las puertas ya estaban todos allí, pero no sólo estudiantes, también había otras personas a las que los chicos tenían muchas ganas de ver.

- Sirius – gritó un emocionado azabache corriendo para abrazar a su padrino - ¿qué hacéis todos aquí?

- Los he llamado yo a todos – le respondió Dumbledore – ahora si son tan amables – hizo un movimiento con la mano y todos prestaron atención – bueno los he reunido aquí porque ayer recibí una carta diciendo que iban a venir unos visitantes del futuro y otros del pasado y que tendríamos que ir todos a la Sala de los Menesteres a conocerlos y a leer una serie de libros para cambiar el futuro y evitar una serie de muertes – les contó el director – ahora sígamne e iremos a conocerlos.

Todos salieron del Gran Comedor detrás del director y llegaron a la sala de los menesteres.

- Antes de entrar pónganse estas capuchas – Dumbledore hizo aparecer unas capas doradas con capucha del mismo color. Todos se las pusieron.- Muy bien, ahora entremos – dicho esto empujó la puerta de la Sala de los Menesteres.